jueves, 22 de octubre de 2015

El Proyecto Paloma

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B.F. Skinner (Silly Rabbit, c.1950)
Cuando pensamos en la participación de científicos en proyectos militares, lo primero que nos viene a la imaginación son físicos, químicos o ingenieros desarrollando nuevos tipos de armamento, explosivos o vehículos. Cuando se trata de destruir cosas, nada como la física y la química. Pero otras ramas más "blandas" de la ciencia también pueden aportar su granito de arena, como fue el caso en el Proyecto Paloma, desarrollado por el psicólogo estadounidense Burrhus Frederic Skinner.



No se trataba del desarrollo de un arma "psíquica", sino de algo mucho más pedestre: en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos buscaban desesperadamente un sistema fiable para dirigir las bombas hacia los blancos enemigos. La solución no vino de un físico ni de un ingeniero, sino de un psicólogo. B. F. Skinner. Skinner llevaba tiempo trabajando con palomas, condicionándolas para que pulsaran palancas para obtener comida. Un día, al ver una bandada de palomas maniobrando en formación en el cielo, se preguntó: "¿Podrían guiar un misil?".

Skinner se presentó en el Comité Nacional de Investigación de la Defensa con su proyecto bajo el brazo: un misil guiado por palomas. El comité consideró el proyecto excéntrico e irrealizable, pero aún así le ofreció 25 000 dólares para empezar. La idea de Skinner era sencilla: un sistema de lentes proyectaba la imagen del blanco en tres pequeñas pantallas en el interior del misil. Ante cada una de estas pantallas se situaba una paloma, condicionada para picotear esa imagen, de manera que mientras el blanco se mantenía centrado en la pantalla, la trayectoria del misil se mantenía fija, pero en cuanto se desviaba, el desplazamiento de la paloma para picotearlo se transmitía mediante un cable al sistema de navegación del misil, que se desviaba adecuadamente para volver a fijar el rumbo en el blanco.

Skinner se quejaba de que, a pesar del éxito de las pruebas, las autoridades no se tomaban en serio el proyecto. Así era; el 8 de octubre de 1944 el programa fue cancelado para, según dijeron, dedicar los fondos a otros proyectos más prometedores. Hay quien sospecha que la verdadera razón fue que los administradores no se sentían a gusto con el sacrificio de las palomas.

En 1948, la Marina de los EE.UU. revivió el proyecto de Skinner con el nombre de Proyecto Orcon (de "Organic Control", control orgánico), pero fue definitivamente cancelado en 1953 cuando la fiabilidad de los sistemas electrónicos de guiado lo hizo innecesario. Sin embargo, algo útil salió del proyecto. En esta segunda reencarnación, las señales de control no se tomaban de la paloma, sino de la pantalla, que se había hecho conductora con una película de dióxido de estaño. Este tipo de vidrio conductor se utilizó más tarde en muchas pantalla de radar.

El prototipo del misil de Skinner, llamado "el pelícano" por el grosor de la cabeza, donde iban alojadas las palomas, se exhibe en el Museo Nacional de Historia de los Estados Unidos, en Washington D.C. Pero las palomas se las quedó Skinner. Por curiosidad, de vez en cuando las ponía a prueba; seis años después del final del proyecto, aún mantenían el condicionamiento para picotear la imagen del blanco.

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